Seguramente más de una vez nos hemos metido en la cama con la intención de dormir y en vez de caer en un reconfortante y placentero sueño hemos empezado a dar vueltas sin parar de pensar en multitud asuntos que nos preocupan. A la mañana siguiente nos levantamos cansados y de mal humor, sensaciones que nos duran todo el día.
Normalmente, eso puede sucedernos de forma esporádica sin pasar a tener mayores consecuencias por motivos diversos. Un problema puntual en el trabajo, un enfado con nuestra pareja o familiar, haber cenado tarde y copiosamente o dormir fuera del lugar habitual pueden provocar este problema eventual.
Imaginemos ahora que eso nos sucede de forma continuada y que meterse en la cama nos supone cada noche un verdadero suplicio. Durante el día arrastraremos el cansancio y el mal humor hasta la noche… y así una y otra vez.
El insomnio es uno de los trastornos más frecuentes en las llamadas sociedades desarrolladas y se cree que aproximadamente un 10% de la población lo padece. El trastorno continuado del sueño (a partir de las cuatro semanas padeciéndolo se puede considerar crónico) provoca irritabilidad, ansiedad, fatiga y afecta notablemente a nuestra calidad de vida. El insomnio se puede manifestar de varias formas y es muy importante valorar este aspecto a la hora de elaborar un tratamiento.
Existe el insomnio que nos impide conciliar el sueño desde que nos metemos en la cama, ese al que hacemos referencia cuando decimos «me cuesta dormir». Otra variante sería cuando nos despertamos varias veces en la noche o tenemos un sueño muy ligero y nos desvelamos ante la más mínima alteración. Y por último estaría el despertar prematuro o insomnio matinal, cuando despertamos antes de lo previsto y ya no conseguimos volver a dormirnos.
Y la pregunta es: ¿qué es lo que provoca el insomnio? Las causas son muy diversas y debemos conocer al detalle los hábitos de vida del paciente para obtener el éxito terapéutico.
Vamos a ver primero las causas físicas o psicológicas que pueden provocarlo para después abordar el asunto desde la perspectiva de la Medicina Tradicional China. A veces, las causas pueden ser muy evidentes (no por ello fáciles de atajar) y por ejemplo, los ancianos tienen más propensión a padecerlo con lo cual la edad del paciente es un factor muy importante. Por supuesto el abuso de alcohol, drogas (cocaína o anfetamina) y estimulantes como la nicotina y el café también pueden favorecerlo. Algunos tipos de medicamentos como la efedrina o la fenilpropanolamina también lo provocan.
Hay que valorar otros aspectos que tendrían más relación con los desajustes horarios debidos principalmente al trabajo en personas que viajan mucho o que hacen turnos irregulares. Ya hemos comentado también que hacer cenas tardías y abundantes de forma regular podría ser otra causa.
En estos casos, seguramente con cambiar los hábitos sería suficiente para mejorar la calidad del sueño, pero claro, esa tarea puede ser ardua y complicada ya que estamos sujetos a vicios y adicciones, a horarios laborales, a enfermedades crónicas o al simple paso del tiempo que va pesando en nuestro organismo.
Otra cuestión más subjetiva y menos evidente son las alteraciones provocadas por aspectos psicológicos. Los estados prolongados de ansiedad, estrés, excitación, depresión y tristeza son causas comunes que alteran el patrón del sueño y la vigilia. De hecho, los factores emocionales suelen ser la causa más común que desencadena este síntoma. Como hemos dicho, el insomnio es un trastorno de los países industrializados y desarrollados y eso no es sólo por casualidad.
Insomnio y MTC
Según la Medicina Tradicional China el insomnio es un desequilibrio entre las energías Yin y Yang de nuestro organismo. Dentro de una jornada, el día está considerado Yang con respecto a la noche que sería Yin. Así durante el día nuestro cuerpo se estimula y se prepara para la activad. Lo normal es que a medida que va trascurriendo el día la energía vaya bajando progresivamente hasta llegar la noche en la que necesitamos descansar para reponernos y entrar así en la fase Yin.
Cuando hay una alteración de estos factores (por diversas causas que veremos más adelante) el Yang domina al Yin durante la noche provocando el insomnio y al contrario, el Yin predomina durante el día provocando a su vez otros síntomas diversos.
Estos desequilibrios afectan principalmente al corazón, al bazo, al hígado y al riñón y aunque la etiología es diversa, normalmente se corresponde con síndromes de Insuficiencia de estos órganos (Síndromes Xu).
Por ejemplo, cuando hay Insuficiencia de Yin, el Yang se descontrola y se genera un exceso de Fuego o Calor en el cuerpo que asciende afectando al Corazón y a lo que en MTC se conoce como Shen (actividad mental). El Shen no se refiere sólo a la mente lógica sino al espíritu que refleja la personalidad y el ánimo de cada individuo y es el que une nuestra consciencia a nuestro cuerpo.
Este síndrome puede producirse por exceso de preocupación o estrés u otras alteraciones emocionales que terminan debilitando al individuo y que dan lugar a una serie de síntomas característicos que acompañan al insomnio: irritabilidad, impaciencia e inquietud, palpitaciones, fatiga, inapetencia, falta de concentración y pérdida de memoria, dolor de espalda, mareos, cefaleas, estreñimiento y exceso de sed.
Una vez descartadas posibles causas de origen cerebral u orgánico y cerciorándonos que el trastorno es de tipo funcional podemos abordar el tratamiento sin problemas. En este caso, lo haremos a través de la Medicina Tradicional China y más concretamente con Tui-Na o Masaje Terapéutico Chino. Por supuesto que podemos combinar el masaje con otras técnicas como la acupuntura o el uso de fórmulas herbarias pero sólo con este tratamiento sería suficiente para reequilibrar el organismo y eliminar o mejorar notablemente los síntomas referidos.
Tui-Na para reequilibrar el organismo
Aunque poco conocido en occidente, el Tui-Na es una rama de la ciencia médica, un método terapéutico completo que aunque forma parte integrante de la MTC y se rige según las leyes teóricas de ésta, no se aplica de igual forma que la acupuntura. Para decirlo más claramente no se trata de «acupuntura con los dedos». El Tui-Na tiene sus propios métodos que son exclusivos y es una de las terapias más antiguas que se conocen. Es bien sabido también que el Tui-Na es el origen de la mayoría de los masajes que conocemos hoy en día y uno de sus parientes más directos es el shiatsu.
Existen más de 80 técnicas de masaje que se han ido desarrollando a lo largo de los años en todo el territorio chino. Dentro de estas técnicas se combinan maniobras de masaje, movilizaciones, tracciones, manipulaciones y digitopuntura con el objetivo principal de desobstruir los bloqueos de Qi (Energía) y Xue (Sangre) a través de la estimulación del flujo circulatorio.
Con esto conseguiremos regular y equilibrar la energía del organismo. Siendo pues el principal principio terapéutico del Tui-Na el desbloqueo y la estimulación de la energía, podemos deducir que es más efectivo en los tratamientos del sistema músculo-esquelético. Los campos de actuación más frecuentes son las patologías del aparato locomotor, la traumatología, la reumatología y la neurología.
Pero menos conocido y más atrayente es su uso en patologías de Medicina Interna (como es el caso del insomnio). Con Tui-Na podemos tratar con eficacia problemas emocionales (estrés, ansiedad…) así como estreñimiento, trastornos menstruales, problemas de micción, cefalea y migrañas, mareo y vértigos (hipertensión), desordenes metabólicos (diabetes), asma, obesidad, resfriado común… y esto sólo es un ejemplo del amplio espectro que abarca esta terapia.
El tratamiento de Tui-Na
No nos pararemos aquí a explicar la técnica de las diversas manipulaciones de Tui-Na y haremos más hincapié en las zonas a tratar en relación a la patología que nos ocupa. Para comenzar el paciente se tumbará boca abajo, preferiblemente sobre una camilla. No es necesario que se desnude aunque si es recomendable que lleve ropa holgada y cómoda.
Empezamos con técnicas suaves para relajar y calentar los tejidos a lo largo de los lados de la columna. Comenzamos con un empuje palmar (Tui Fa) a lo largo del Meridiano de Vejiga desde los hombros hasta la zona lumbar, 9 veces a cada lado. Seguiremos con masaje ondulante (Gun Fa), amasamiento profundo y rotatorio (Rou Fa) y presión pulgar (An fa) también a ambos lados del Meridiano de Vejiga haciendo especial hincapié sobre los puntos V15 – Xinshu, V18 – Ganshu, V20 – Pishu y V23 – Shenshu.
Para terminar con la espalda, realizaremos un pellizco rodado (Nie Ji Fa) sobre el Meridiano Vaso Gobernador (Du Mai ) desde la zona lumbar hasta la cervical 3 o 4 veces.
Si encontramos adherencias en el recorrido daremos un ligero tirón de la piel (Ba Fa). Acabamos con unas percusiones con la mano hueca (Kou Fa) a lo largo de la columna.
El paciente se colocará ahora boca arriba para tratarle la zona cervical y craneal. Comenzamos con un peinado digital (Sao Fa) suave a ambos lados de la cabeza para calmar el Shen y a continuación realizamos presión y rotación digital (An Rou Fa) bilateral sobre las líneas del cráneo del meridiano de Vesícula Biliar y de Vejiga y la misma técnica sobre el centro del cráneo (Meridiano Du mai) desde el nacimiento del cabello (DU24 – Shenting) hasta la coronilla (DU20 – Baihui). Haremos varias pasadas en cada línea.
Ya en el rostro, realizamos un empuje (Tui fa) con ambos pulgares alternos desde el entrecejo (Yintang) hasta el punto DU24 – Shenting y un alisado (Ma Fa) con ambos pulgares en la frente, desde el centro hacía los lados de las cejas (Taiyang). Podemos finalizar haciendo un amasamiento suave y rotatorio (Rou Fa) con la eminencia tenar sobre todo el rostro.
Como última manipulación, colocamos la palma de la mano (PC8 – Laogong) sobre el ombligo del paciente (REN8 – Shenque) y haremos una vibración (Zhen Fa) durante 5 o 10 minutos. Es muy probable que el paciente se quede dormido antes de terminar y habremos conseguido trasformar la agitación en un estado de calma, recuperando de forma progresiva la función de los órganos internos afectados.
Como puntos dístales que podemos usar para tratar el insomnio con digitopuntura están los siguientes: C7 – Shenmen, IG4 – Hegu, B6 – Sanyinjiao, H3 – Taichong, R1 – Yongquan, R3 – Taixi. Haremos una presión con rotación durante 1 minuto en cada punto. Estos puntos se los puede tratar el paciente con un automasaje cada día, lo que reforzará el tratamiento notablemente.
El masaje podemos realizarlo 2 veces por semana y cada sesión puede tener una duración de entre 30 a 40 minutos. Todo depende de cada paciente pero lo normal es que en 10 sesiones comencemos a obtener resultados positivos. Con Tui-Na conseguiremos regular la función de los órganos internos y el equilibrio entre Yin Yang. Además de tonificar la energía y la sangre que son las principales causas del insomnio. A nivel fisiológico regulamos la función de la corteza cerebral intensificando las ondas alfa encefalográficas con un efecto relajante sobre el paciente.
Como complemento al tratamiento es muy aconsejable practicar algún ejercicio para fortalecer el organismo y tonificar nuestra energía como el Qigong o el Taiji y en la medida de lo posible regular nuestros horarios y rutinas diarias intentando alterarlas lo menos posible.
Artículo escrito por Iván Vélez para la Revista Natural publicado en su número de verano 2010.